jueves, 13 de octubre de 2011

Queridos radioescuchas



Sentada en una silla de rueditas se encuentra una mujer como de 30 años. Enfrente de ella se encuentra una mesa como de oficina, en la cual hay un micrófono nada más, cuyos cables están sobre el piso. En su mano, tiene un sobre. Lo ve fijamente y mientras lo abre comienza a decir:

MUJER: Y finalmente ha llegado. (saca la hoja de papel y lee un poco de lo que dice) Estimada Lic. Amalia Ruiz Ortega. Por la presente le comunicamos que después de realizar un seguimiento sus funciones y su rendimiento laboral del mes pasado hemos notado que su rendimiento ha sido (balbucea y medio lee) hemos tomado la decisión de proceder (balbucea y medio lee) a un despido disciplinario. (confundida) Nos vemos obligados a tomar esta decisión a base a los siguiente motivos (silencio) el día lunes 4 de mayo asistió a su puesto de trabajo llegando 2 horas tardes, faltando a la junta con los productores del programa de radio que usted conduce. Así como también, el día 15 de mayo asistió a trabajar bajo influencia de bebidas alcohólicas de forma notoria, retirándose inmediatamente, 10 minutos antes de entrar al aire (balbucea y lee). Le informamos que en el departamento de recursos humanos (balbucea mientras lee) a su disposición el finiquito que (deja de leer, arruga la carta y la tira al suelo. Se agacha y pone sus manos sobre la cabeza, se jala un poco el cabello y llora un poco).

Contraluz.

MUJER: Todo lo que hago está mal. (enojada) todo. ( levanta la cara  y gritando) ¡Todo! (azota con puño cerrado su mano contra la mesa y enseguida cae una luz cenital).

Se acerca al micrófono y lo observa lenta y cuidadosamente. Se acerca a él y le susurra lo siguiente.

Hoy, al igual que ayer (duda)…quizás. Me encuentro enfrente de ti, tu, ese que me da voz, a quién le susurro todo lo que mi espalda carga; un inesperado embarazo, el cual es consecuente una enorme cadena de eventos desafortunados que hoy son parte de los demás fracasos que mi comprehensiva y misericordiosa familia me adjudica. (toma al micrófono y a su boca un poco más. Comienza a narrar).

Se apaga la luz

MUJER: (con duelo) Como por ejemplo…

Luz cenital.

Aparece en escena del lado derecho un joven como de 23 años vistiendo toga de graduación, sonriendo y en sus manos un titulo profesional. Y del lado izquierdo una mujer como de 40 años y una joven como de 21, ambas vestidas formalmente, la mujer mira con desprecio a la joven, mientras que está cubre con sus manos su cara.

No haberme titulado por promedio, algo por lo que luche toda mi vida universitaria, ¿Por qué? (insolente responde) porque me embarace. Todo esto me fue reprochado el día de la ceremonia de grado de mi primo, en donde mamá lanzó sobre mi una mirada voraz mientras mis primo posaba para las fotos que le tomaban como memoria a este su logro, la cual que atravesó mi alma y con sus venenosas palabras, mamá ensordeció mi fe en mi misma. (imitando) ¡Mira! ¡Ahí podrías estar tu! Pero no. Sólo eres una espectadora más.

Se apaga la luz.

Los personajes salen de escena.

MUJER: (con enojo) Y como olvidar…

Luz cenital.

Aparece en escena del lado derecho una joven como de 20 años colgada prácticamente del brazo de un joven alto, rubio, de ojos azules. Del lado izquierdo, un señor como de 50 años con los brazos cruzados mirando fríamente la misma joven en la entrada anterior, esta tapa fallidamente con sus manos sus ojos.

MUJER: A mi padre comparándome con mis primas del norte. Después de que él fuera a la lujosa y extravagante boda de una de ella, quién se caso con un suizo y como es costumbre fuera testigo de las grandes hazañas que su familia colecciona. Quiénes viajan a países extranjeros, conociendo lo mejor de la crema y nata de la raza aria. Lo cual yo nunca pude conseguir, ya que durante toda mi vida universitaria a lo único que dedicaba realmente era a complacer a mi ex novio (silencio).

Se apaga la luz.

Silencio.

Los personajes salen de escena.

MUJER: Personaje el cuál me embarazó y acto seguido me abandonó a mi y al pequeño pececillo que habitaba mi vientre. (silencio).

Luz cenital.

Aparece en escena del lado derecho un joven como de 20 años, no muy agraciado, con él muchas bolsas con dinero, con el cual él avienta al air, el se ve feliz. Del lado izquierdo, la misma joven de las entradas anteriores, pero embarazada. Ella carga una mochila y viste unos jeans y una playera que le queda muy ajustado a su maduro vientre, mientras lo acaricia con miedo y tristeza.

MUJER: Ya que representábamos un bache en el camino, el pedazo de mierda pegada en la suela de su zapato, un lazó en su cuello (silencio).

Los personajes salen de escena.

Se apaga la luz.

MUJER: Pero la carga no se desborona ahí. No mis queridos radioescuchas, la trama de está asquerosa telenovela no termina ahí.

Contraluz

MUJER: Pero la carga no se desborona ahí. No mis queridos radioescuchas, la trama de está asquerosa telenovela aún tiene tela de donde estirar (silencio).

Se apaga la luz

Silencio.

Los personajes salen de escena.

Luz cenital.

Aparece en escena del lado derecho una joven como de 18 años, vestida de una manera moderna. Con lentes de sol. Se pinta las uñas mientras habla por celular.  Del lado izquierdo aparece una joven como de 23 años, mientras un niño como de 3 años le jala un poco la punta de la falda, mientras esta guarda ropa en un canasto.

MUJER: (seria) Nadie sabe realmente por que decidí salirme de mi casa y fugarme con ese muerto de hambre, que hoy llamó ex esposo. (con conraje) Pero fue ella la causante de todo esto. Mi pequeña prima, que quién cuando entró a la universidad llegó a vivir a la casa de mis padres, en donde yo vivía con mi pequeño Mario (silencio y se le sale una lágrima. Mira al cielo/techo, se recupera y continua hablando). Y mi mamá me pidió que la atendiera bien. Pero no pensé que atender consistía en lavar su ropa, recoger y lavar sus trastes sucios, llevarla a donde ella quería ir, ya que la princesita no estaba acostumbrada a viajar en colectivo y lo peor era que si yo me negada a hacerlo, mi mamá me metía una santa regañisa y una santa putisa que hasta morada me dejaba, así que tenía que atenerme a mi vida de servidumbre. Mi mamá le hizo creer que la casa incluía sirvienta, cocinera y chofer las 24 horas del día, los 7 días de la semana y los 365 días del año, quién curiosamente esa multitareas era yo. (enojada y con un tono irónico, con un ritmo de voz acelerado). En un mundo normal y democrático, al prestador de este tipo de servicios se le da una remuneración de aproximadamente 1000 pesos semanales, lo cuál durante el tiempo que vivimos juntas, antes que me juntará con el monigote aquel, serían 8000 pesos. De los cuales, ni el sellito de legitimidad he visto (golpea la mesa con el pugare mis padres, darme un hode mi cuenta, al salir del curso, ibamo a su casa y teniamos iquea.
ntiene una pose encorbada na plaño),(silencio).

Se apaga la luz.

Silencio.

Los personajes salen de escena.


MUJER: (cansada) Pero todo esto fue el inicio del fin. (triste) mi de fin.

Luz cenital.

Aparece del lado derecho un hombre como de 40 años, gordo y feo. Vistiendo una camiseta blanca sin mangas manchada de salsa, mientras el se rasca el trasero y mantiene una pose encorvada. Del lado izquierda aparece una joven como de 23 años, sentada con las piernas cruzadas y con las manos cubriendo su cara mientras lloriquea.

MUJER: (avergonzada) Lo conocí en mi curso de actualización para locutores de radio. Él era nuestro profesor. (un poco feliz) La atracción no se hizo esperar y sin darnos cuenta, al salir del curso, íbamos a su casa y teníamos horas y horas de sexo. (decepcionada) él me prometió todo; sacarme de mi casa y ya no depender más de mis padres, darme un hogar, una familia… Y sí, me saco de mi casa. Me dio un hogar, de cierta manera. Pero nunca dijo nada de ser su esclava. (enojada) su esclava sentimental, sexual… El subyugo todo eso que me prometió que alguna vez sería. Me dijo que sería libre. Pero no fue así. El sólo quería alguien que lo mantuviera, que le cocinara, que pagará la luz, el teléfonos y el cable. Yo estaba enamorada del amor y él… de la comodidad. Y lo peor de todo, es que sacrifique no sólo mi libertad, sino a mi pequeño Mario. Mi Mario hermoso. (silencio)

Se apaga la luz.

Silencio.

Los personajes salen de escena.

Entra a escena un niño, como de 4 años. Este está tirada en el suelo. Presenta moretones y heridas llenas de sangre. Yace como si estuviera muerto.

Luz cenital sobre el niño.

MUJER: (suspira) Fue un viernes saliendo de la escuela. El tráfico estaba terrible y se me hizo tarde. Él me esperaba paradito con su mochila azul. Cuando (trata de contener el llanto) sus amiguitos jugaban futbol y el balón se les fue a la calle. Entonces (sollozando) él fue por el balón. Y… Y un coche lo arrolló. Sus útiles salieron volando, él rebotó contra los parabrisas y…la nada. Se fue. La ambulancia tardó mucho en llegar, mientras su sangre manchaba el asfalto. Fue horrible pero instantáneo. En un pestañeo, el tiempo se diluyó en sus pequeños ojos cafés. (llorando) Y si, yo lo fui a recoger. Lo recogí muerto, tieso, desvanecido. Así…
Y hoy, lo único que me mantenía en estado vegetativo se ha terminado. Me han despedido. Ya no tengo nada. Estoy sola y no tengo nada (silencio).

Se apaga la luz.

Silencio.

Salen de escena el niño.

MUJER: (Gritando): ¡Estoy sola!, ¡Estoy sola!, ¡Estoy sola!, ¡Estoy sola!, ¡Estoy sola!.
(tranquila) Fin de la transmisión mis queridos radioescuchas.

Luz cenital.

Aparece la mujer tirada en el suelo. Alrededor de su cuello están los cables del micrófono.

Se apaga la luz.

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