jueves, 13 de octubre de 2011

Este potrillo



CENTRAL DE AUTOBUSES. CAFETERÍA DE LA CENTRAL . MEDIODÍA.


Luis (hablando por celular, meloso): Si mi amor, si. Ya estoy aquí, te estoy esperando. Tu estate tranquila ¿si corazón?. ¿En cuánto tiempo llegas? ¿20 minutos? Ok. Aquí te veo. Si, yo también te extraño. (fastidiado) Que si bebé. Ok. Si. Besitos. Adiós. (cuelga el celular). ¡Pero quién me manda a estar tan guapo! ¡Si! ¡Chulada de hombre, soy tan espectacular que no puedo ser sólo de una! Y aunque el de allá arriba trate de abusar de mi suerte, saldré bien librado de está. Por un lado está Dalia, ¡oh Dalia! Exquisita flor, ardiente y sin pudor, tan libre y tan testaruda.  Revoltosa e indomable, que se fue a refundir por toxicómana con toditos sus demonios a Oceánica, pero que nadie sepa, ¡imagínense! ¡Que escandalo sería!, la hija del señor importante una drogadicta, ni pensarlo.  Cinco años hemos compartido. ¿Su familia? En mi bolsa ¿y su dinero? Pues también en mi bolsa. ¿Mi destino? Casarme con ella, como dice mi mamá –Nos va a sacar de pobres–.
(Suena su celular, contesta) ¿Bueno? ¡Ah Lorena! ¿Cómo estás? Si, si, en la central estoy esperando a (dudando) mi tía. Si, mi tía, la de Alvarado. ¿Qué? ¿Tienes que decirme algo importante? ¿Vienes? ¡¿En Luis5 minutos?! ¿Y si mejor…? Pero… Está bien amor. Aquí nos vemos. (Cuelga su celular) ¡Me lleva la chin…! ¿Y ahora? Era Lorena. Necia, necia, necia. (tono pervertido) Hay mi Lorena, mi perla blanca tapatía. Ojos azules como el firmamento, su cuerpo una obra de arte, su cabello largo y castaño. Pobre, ingenua…sumisa. Me dio la prueba del amor y al natural ¿Cómo ven? Pues claro, este potrillo no se junta con cualquier mula ¡Hay de mi! ¡Hay de mi! ¿Y ahora? ¿Qué hago?... (asustado) ¡Se me van a juntar! ¡Carajo!. A ver, a ver. Tranquilo Luis, tranquilo. Piensa, piensa. ¡Ya sé! Le digo a la Dalia cuando llegue que la veo más tarde en su casa y a Lorena la entretengo en la cafetería hasta que Dalia este ya en su casa, dice que tiene algo muy importante que decirme ¿no?. ¡Si! Es lo que haré. ¡Hay pero que listo soy! (rie).
Dalia (contesta su celular): ¿Bueno? ¡Hermoso! ¿Qué? ¿En mi casa? (triste) pero tengo 3 meses sin verte ¿Qué no me quieres ver? Pero… (sorprendida) ¿Algo importante? Hay, está bien.
Luis (cuelga su celular): ¡Ja! ¡Que listo soy! Bueno, esto ya está arreglado. Ahora falta Lorena. Probemos suerte. (abre su celular)

ENTRA LORENA A ESCENA. SE VE PREOCUPADA.

Lorena (feliz): ¡Cosita! (se lanza a los brazos de Luis)
Luis (sorprendido) : ¿Pero que haces aquí Lore?
Lorena : ¿Qué hago aquí? Pues quedamos de vernos tontito.
Luis (asustado): Pero llegaste antes de tiempo
Lorena: ¿Y? Es que tengo algo muy importante que decirte.
Luis (preocupado): ¿Importante? ¿Qué pasa?
Lorena (feiz): Es que… estoy embarazada y obvio, el bebé es tuyo ¿No es lindo?
Luis (anonadado y asustado): ¿Qué? ¿Qué es lindo?
Lorena: Qué vayamos a ser papás.
Luis: Pero como es posible. Tonta mujer que no me dijo nada, ella tuvo que detener mis instintos, cusca que es. Todo es su culpa insulsa mujer. Desgració mi vida. ¿Y ahora que haré? Esto no lo puede saber Dalia. ¡El dinero! ¡El dinero! Perderé todo mi dinero. ¡Cinco años se irán a la basura! Y todo por su calentura.
Lorena: ¡Pero si te di la prueba de mi amor a ti!

Suena el celular de Luis
Luis (se aleja un poco de Lorena, enojado): ¿Bueno? Te dije que mejor te veía en tu casa. Si, si quiero verte, al rato voy a verte. ¿¡Qué!? ¿¡Estás afuera?!
Dalia: No, estoy casi enfrente de ti. (cuelga su celular) ¿Y está quién es?
Lorena (sorprendida) :¿Tu eres la drogadicta? ¿Dalia no?
Dalia (mira feo a Luis): ¿Pero como…? ¿Ah? ¿Drogadicta?
Lorena: Luis y yo vamos a ser …

Luis (nervioso): Dalia ella es Lorena. Lorena ella es Dalia. Nos vemos.

LUIS SALE DE ESCENA.

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